domingo, 8 de abril de 2012

Semana Santa sevillana.

La Semana Santa se ve truncada por la lluvia, otro años más la lluvia es la gran protagonista de esta semana grande en Sevilla y con ella deja atrás miles de ilusiones por cumplir y penitencias por hacer.


Como viene siendo habitual en estas fechas la lluvia se ha llevado todo el protagonismo de esta Semana Santa, todos tenían puesto un ojo en el cielo y otro en las puertas de las iglesias de las diferentes hermandades para ver qué decisión tomaban. La lluvia hizo presencia todos los días de la semana excepto el Miércoles Santo que fue el único que pudo tener todas sus cofradías en la calle; haciendo disfrutar así a todos los devotos y admiradores que se desviven cada año para ver a sus santos recorriendo Sevilla. Debido a la lluvia también se dio una estampa que no se veía desde 1999 que fue que la Borriquita y El Amor fueran casi de la mano por las calles del centro sevillano.
San Bernardo.
Cristo de San Bernardo/ Imagen subida por mí a Flickr pero fue tomada y cedida Sonia Marinelli.



El mal tiempo hizo que muchas de las cofradía no salieran pero hubo muchas que se arriesgaron y que les salió todo a pedir boca, como fue el caso de la famosa Madrugá de la cual pudimos disfrutar entera ya que la noche era despejada aunque eso sí el frío calaba hasta los huesos. Salió La Macarena, La Esperanza de Trina, Los Gitanos, El Silencio, El Calvario, El Gran Poder, todos ellos hicieron su recorrido habitual aunque por la mañana tuvieron que adelantar el recorrido por altos riegos de lluvia. Esto dio esperanza y llenó de alegría a miles de personas que cada año se congregan en los lugares más típicos de Sevilla para ver estas famosas procesiones en sitios privilegiados, muchas veces viendo más de una en un mismo sitio y sin que les cueste dinero alguno.
La lluvia no dio tregua en el Viernes Santo y volvieron a quedarse en casa El Cachorro y La Carretería dos de las cofradías que levantan pasiones, volvimos a ver lágrimas entre nazarenos que no podían ver su sueño cumplido y devotos que se quedaban otro año más sin ver en la calle a sus cofradías.
Así se cierra esta Semana Santa con más penas que alegrías para algunos y esperando que el año que viene puedan realizar su estación de penitencias todas y cada una de las hermandades sevillanas. Lo que no cambiará será ese "pinganillo" en la oreja ni la preocupación por saber qué nos trae el cielo.


Fuentes:
  -Textos: todo el texto reproducido es propio.
  -Foto: Subida por mí a Flickr pero fue tomada y cedida por Sonia Marinelli.

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